Catalina Ortiz

Poder de mujer

Catalina Ortiz

Noviembre 03 de 2022

A menos de un año de celebrarse las elecciones regionales hay que hablar de mujeres en el poder. Y de las que están fuera de él, que son la mayoría. No sólo porque la cantidad de mujeres en la toma de decisiones políticas es muy poca, con apenas un 18% en todos los concejos del país, 17% en asambleas departamentales, 11% ocupando alcaldías y 16% como gobernadoras. Esta situación no sólo vulnera nuestros derechos, sino que sigue siendo poco relevante en la agenda ciudadana. No importa que exista evidencia creciente que tener mujeres en la toma de decisiones mejora la calidad de las mismas, y se atienden con mayor efectividad los asuntos que tienen que ver con el cuidado, y otras necesidades básicas insatisfechas. Se ignora que con mujeres en el poder se da con mayor facilidad el trabajo entre partidos y áreas del conocimiento.

Lo cierto es que si bien en algunos ámbitos son pírricos los números de participación de las mujeres en Colombia, hay otros donde hay que sacar pecho y destacar lo que se ha logrado. En el Congreso que se acaba de elegir en marzo, se pasó de 20% a 28,8% la presencia de mujeres como legisladoras. Al Ex-Presidente Duque hay que abonarle que su fórmula, Martha Lucia Ramirez, fue la primera mujer Vicepresidente y que conformó el primer gabinete paritario. Al Presidente Petro hay que darle crédito por su Vicepresidente Francia Marquez que es sin duda un símbolo del poder femenino y de la lucha por la igualdad. Y el presidente Petro también ha cumplido el mandato de tener paridad a nivel de ministerios. Esperemos que en cuanto a la VicePresidenta Marquez, Petro no la use sólo de símbolo sino que le de un rol donde pueda demostrar su capacidad.

Hay muchos hombres y mujeres que aún oyen de estos temas y dicen “las mujeres quieren que les regalen las curules y las posiciones”. A ellos hay que mostrarles los resultados positivos que se dan cuando las mujeres gobiernan o legislan. A ellos hay que recordarles que cada mujer que llega a un escaño le ha tocado sobreponerse a prejuicios culturales, sociales, a una mayor dificultad para conseguir recursos, a un mayor escepticismo de su capacidad de llegar y de hacerlo bien (no los canso con estadísticas pero todo esto está bien documentado). No es un favor que nos hacen. Es un derecho que tenemos de poder acceder con igualdad. Es triste ser más del 50% de la sociedad pero menos del 20% de quienes toman las decisiones en ella. Para lograr una equidad real, hay que trabajar más allá de leyes de cuotas (que se necesitan) y asignarle recursos a los cambios culturales y de educación que necesita el país.

Colombia no está sola cuando se trata de la ausencia de más mujeres ocupando espacios de toma de decisión en lo público. En datos de 136 países analizados por la ONU, apenas el 34% de los miembros de los cuerpos colegiados son mujeres. Si se mira para América Latina es apenas el 25% y si bien hay avances, la velocidad de cambio es lenta, y países como la China van para atrás y no para delante.

A un año de las elecciones estaré muy atenta a apoyar a las mujeres a que lleguen a concejos, asambleas, gobernaciones y alcaldías. No por el simple hecho de ser mujeres, pero si las voy a preferir y les voy a exigir una verdadera agenda de género. No hacerlo es ignorar que la violencia contra las mujeres va en aumento, con los feminicidios arriba un 12% de enero a mayo del 2022 con respecto al mismo periodo del 2021¡Son 420 mujeres asesinadas! No es justo que las mujeres en el tipo de formación que mejores sueldos comandan, como las carreras STEM, sean menos de 17%. Hoy, a pesar de haber aumentado la presencia de las mujeres en juntas y cargos directivos, todavía somos apenas el 21,2% de las juntas y hay sectores (financiero, por ejemplo) donde hay muchas mujeres, pero no son las jefes. Y aún el 78% de todos los trabajos de cuidado lo hacen mujeres y más del 90% da cuenta de 7 horas diarias de trabajo sin remuneración cada semana. Por eso no sorprende que el desempleo femenino sea 7 puntos por encima de los hombres. Frustra que no parecen darse cuenta que alcanzar mayor desarrollo y bienestar pasa por las mujeres.

La agenda de las mujeres es amplia e importante. A un año para votar en lo local vamos a apoyar desde ya a mujeres, y ojalá también hombres, que entiendan y se comprometan con los temas que mejoren la vida a las mujeres, que saben que somos más que símbolos y que entienden que solo con nosotras como protagonistas hay desarrollo y se vive sabroso. De verdad.