Catalina Ortiz
Febrero 16, 2022
La reciente visita de Sergio Fajardo a Cali nos dejó una muy buena noticia a los caleños y en general a los vallecaucanos. Fajardo se comprometió a apoyar decididamente desde el Gobierno Nacional la financiación de la primera línea del metro ligero que recorrerá parte de Cali y conectará con Jamundí.
Este proyecto -sin duda el más importante para la conectividad de nuestra región- se viene gestando desde hace más de 15 años y como tristemente suele suceder con las obras del Valle del Cauca se ha enfrentado a un sinnúmero de barreras, incluyendo la falta de priorización y de recursos por parte del Gobierno Nacional, que han impedido que hoy sea una realidad.
Y es que pocas cosas son más importantes para las personas que tener una movilidad eficiente en su ciudad. Para los estudiantes que van a la universidad, los trabajadores que se desplazan a sus oficinas, los adultos mayores que deben cumplir con sus citas al médico, quienes a diario madrugan para abrir sus negocios o los turistas, en fin para todos los que habitan o visitan la ciudad es indispensable moverse con facilidad. Tristemente, las últimas alcaldías están en deuda con los caleños, pues no han logrado garantizar un sistema de transporte seguro, ágil y a la medida del bolsillo de todos los ciudadanos.
Un sistema de transporte masivo eficiente es aquel que no solo usan quienes se ven obligados a hacerlo, porque no tienen otro medio de transporte, sino que por su calidad resulta atractivo para todos los ciudadanos, incluyendo aquellos que tienen moto o carro particular, porque es seguro, reduce sus tiempos de desplazamiento y mejora su calidad de vida. Además, y no menos importante, porque son amigables con el medio ambiente y ayudan a reducir la contaminación.
Por su envergadura y altos costos, los proyectos relacionados con sistemas de transporte masivo requieren de un trabajo articulado entre los gobiernos locales y el Gobierno Nacional, incluso en muchas ocasiones hasta se necesitan recursos de cooperación internacional para materializarse.
Lamentablemente, la realidad es que en los últimos cuatro años el Gobierno Nacional quedó en saldo rojo con Cali y el Valle del Cauca. Aunque en el Plan Nacional de Desarrollo se anunció explícitamente que se buscaría invertir en proyectos claves para la conectividad del Valle, hasta ahora nada se ha materializado. Claramente, nuestra región no fue una prioridad para el Presidente Duque y su bancada.
Por eso, nos llena de esperanza escuchar a Sergio Fajardo decir que en su presidencia Cali y el Valle van a ser protagonistas. Para la muestra un botón, en su visita al departamento presentó sus propuestas para la movilidad que incluyen sacar adelante el metro ligero y mejorar el deficiente MIO, que es hoy en día la única alternativa de transporte para tantos caleños.
La primera línea del metro ligero recorrerá parte de Cali y la conectará con Jamundí. Pero el proyecto en su totalidad también conectará a Palmira y Yumbo. Con el metro ligero se espera disminuir el tiempo entre Cali y Palmira en 20 minutos, entre Cali y Jamundí y Yumbo en 15 minutos y desde el centro de la ciudad hasta el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón en 15 minutos. Este proyecto, además, apuesta por una menor contaminación del medio ambiente y una mayor seguridad para sus pasajeros.
Para mejorar la deficiente movilidad de los caleños, Fajardo se comprometió a que desde el Gobierno Nacional también se dará acompañamiento, recursos y apoyo para sanear el MIO -hoy con una deuda de más de 180 mil millones de pesos-, ampliar su cobertura, mejorar su calidad y hacerlo nuevamente atractivo para los ciudadanos.
Y es que las cifras no mienten. La cantidad de pasajeros movilizados por día en el MIO pasó de casi 500 a 221 mil en 2020, la última cifra disponible. Eso sin contar que el nivel de insatisfacción de los caleños con la movilidad es de casi el 73%, de acuerdo con la más reciente encuesta de Cali Cómo Vamos, de noviembre de 2020.
Casi dos años de pandemia y un paro nacional que se vivió con especial intensidad en Cali aportaron lo suyo para profundizar las ya difíciles condiciones de movilidad en nuestra ciudad. Sin embargo, esto no puede ser una excusa para perpetuar el problema. Comparada con otras ciudades capitales del país, Cali tiene una de las circulaciones más bajas en su sistema de transporte público y de las cifras más altas en inseguridad.
Tenemos, pues, que recuperar lo que esta Alcaldía ha perdido en términos de movilidad para la ciudad y fortalecer toda la conectividad de Cali y del Valle del Cauca. El desafío va más allá de cuántas estaciones se construyen o de cuántos pasajeros se movilizan. El verdadero reto es cómo finalmente logramos mejorar la calidad de vida de los caleños. Mejorar la movilidad de la ciudad debe ser una prioridad de todos.
Cali 24 horas, Catalina Ortiz.